La industrialización trae a los campos una reducción de mano de obra y una merma en la producción agrícola del tabaco, dando paso a que los agricultores comenzaran a sembrar otros productos como: plátanos, yautias, yuca, hortalizas y frutas, y así añadirle valor a su unión cooperativista. Ese era el fin, mercadear los otros productos convirtiéndose en una cooperativa diferente con un nuevo y único modelo agro-comercial cooperativista. El nuevo modelo de cooperativa fue tomando popularidad en los pueblos centrales de Puerto Rico. Se comienza a participar en el desarrollo de diferentes proyectos agrícolas de nuestros socios. El tabaco se continuó sembrando desaceleradamente en los campos centrales como Comerío, Cayey y San Lorenzo, hasta que para los ‘80 les fue quitado el subsidio gubernamental a la siembra por orden federal, liquidando lo que restaba de la industria tabacalera boricua a un 90%. Es en este entonces que comienza una nueva etapa en la cooperativa, con una base sólida en la adquisición de propiedades y el nuevo movimiento agrícola que se ve marcado por la incorporación de socios de un gran grupo de productores de café de Ciales y áreas vecinas. Sus conocimientos, producción y aportes, influyen para la compra de equipos para la operación de un beneficiado inicialmente. La voz se fue regando entre los caficultores que necesitaban vender su producto y se incrementó la compra y número de socios de café. En aquel entonces solo se procesaba el café hasta dejarlo en un proceso de secado verde, que se tenía que luego vender a grandes elaboradores de café en harina, para beneficio de nuestros agricultores y socios. Es en ese crecimiento que se hace la inversión de equipos para vender el producto completamente procesado. En la década de los 80’s, se crea la Torrefacción Café Cibales y surge la marca con el mismo nombre, pero no es hasta 1998 que se integra al modelo de Cooperativa Agrocomercial.